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EL DRAGÓN: UNA CRIATURA DIFERENTE ENTRE OCCIDENTE Y ORIENTE
La etimología de la palabra dragón nos aporta información sobre este ser, ya que deriva del griego δράκων (drákōn), "serpiente, dragón", que a su vez procede del verbo δέρκομαι, "mirar fijamente", que se utiliza para hacer referencia a la mirada de las serpientes, pero, también de las águilas, la Gorgona y los luchadores. Por tanto, aunque inicialmente se refería a la mirada, paso a hacer alusión a los rasgos de dragón.
El dragón es un ser mitológico que se representa de distintas maneras en varias culturas de todo el mundo donde llevan adherido un significado y simbología dispar. Podemos distinguir todos estilos clásicos de dragones: los dragones europeos, que tienen su origen en el folclore europeo, la mitología griega y de Oriente Próximo, por otro lado, los dragones orientales que hunden sus raíces en China, aunque son populares en otros países de Asia, en especial, Japón y Corea. Así pues, se considera que ambas tradiciones no estuvieron relacionadas en su nacimiento, pero en su evolución han estado influidas de forma recíproca.
Las características y formas de representación varían entre una tradición y otra. En el caso de Occidente, se ha concebido al dragón con los rasgos de reptiles de gran tamaño y con alas. Esta bestia también tiene asociada la capacidad de expulsar fuego por la boca y poseer cuernos. En la tradición cristiana -concretamente el Apocalipsis- encontramos representada a Satanás como el “gran dragón”, la denominada serpiente de agua.
Por el contrario, en la tradición oriental tiene una gran importancia como dios guardián, aunque también como monstruo y adversario. Su imagen física es similar a la europea, pero no es alado generalmente. Así pues, se vincula a este animal con el conocimiento y la sabiduría, pero con algunas imperfecciones, ya que se les tacha de avaros y codiciosos. Esto último se relaciona con la posibilidad de que asolasen ciudades íntegramente para hacer acopio de grandes tesoros.
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Medea en su carro tirado por dragones, crátera de figuras rojas 400 a. de C.
Ríos, E. J. (2021). Bestiario de la Mitología Griega, España: Semper Eadem Ediciones, p. 154.
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Ceres en busca de Proserpina, Giorgio Basari y Cristoforo Gherardi (1563) Florencia, Palazzo Vecchio.
Ríos, E. J. (2021). Bestiario de la Mitología Griega, España: Semper Eadem Ediciones, p.153.
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Dragón atacando a un hombre. Cornelis van Haarlem, 1588, Londres, National Gallery.
Ríos, E. J. (2021). Bestiario de la Mitología Griega, España: Semper Eadem Ediciones, p. 152.