No podemos olvidarnos del lugar que ocupan los monstruos marinos en el imaginario moderno. El ambiente acuático era considerado un espacio ideal para la creación y gestación de monstruos y seres extraños. Esta idea se basaba en que aquellos seres marinos que tuvieran su homólogo terrestre presentaban características que contrastaban con los cánones y el orden imperante de la Edad Moderna, por lo que eran considerados como seres deformes. Además, la propagación de leyendas sobre dichos monstruos produjeron que no solo se consideraran seres físicamente terroríficos, sino que se señalaba la naturaleza y agresiva de estos seres, dado que muchas embarcaciones desaparecieron por culpa de estos...
Carta Marina (1539) de Olaus Magnus. ENLACE.
Gran parte de estos animales fueron estudiados por autores clásicos como Plinio el Viejo, Heródoto, Aristóteles... Asimismo, contaron con los estudios realizados también por autores como Anaximandro y Jenófanes acerca de los fósiles marinos para identificar de este modo la existencia de diversos seres tales como las sirenas, los tritones, las nereidas...
Sin embargo, cuando atendemos la originalidad del imaginario moderno, nos damos cuenta que no solo se trata de continuar con los estudios clásicos, sino que se da una mayor ampliación en lo que respecta al estudio geográfico y se profundiza más en las características de los animales y, sobre todo, en la Edad Moderna se analizaron otros animales monstruosos que responden a su propio contexto político-cultural.
"Pez obispo" en La natura et diveristé des poissons (1555) de Pierre de Belon. ENLACE.
"Pez monje" en Libri de Piscibus Marinis in Quibus Ver Piscium Effigies (1554-1555), de Rondelet. ENLACE, pp. 492.
Autores modernos como Olaus Magnus en Historia de gentibus septetrionalibus y en su Carta Marina, Gessner en Historia animalium y Nomenclator Aquatilium Animantium, Rondelet en Libri de Piscibus marinis yen De Aquatilibus y Belon en La natura et diveristé des poissons; ejemplificaron, en primer lugar, el retorno de los elementos clásicos en el ámbito zoológico, concretamente en el marino; y, en segundo lugar, mostraron el interés de la sociedad moderna por querer conocer con mayor profundidad el ambiente en el que se desarrolla.
En otras palabras, el imaginario moderno presenta una importante variedad de monstruos que se nutre del pensamiento clásico, pero también del propio marco histórico, político y cultural en el que se desenvuelve.
"Tritón y Nereida", de Paré, A en Les Oueuvres de M. Ambroise Pare conseiller, et premier chirurgien du Roy, 1595. Tomado de Flores de la Flor (2010): ENLACE, p. 153.