Tritones y Nereidas, el hombre y la mujer pez
Los monstruos marinos con fisionomía antropomorfa han sido analizados en las fuentes clásicas, como atestiguan la Historia Natural de Plinio el Viejo; sin embargo, como fruto de la admiración hacia los elementos de la Antigüedad, los autores modernistas retomaron nuevamente el estudio sobre estos seres mitológicos remitiéndose a las obras clásicas como referencia indiscutible.
Los tritones y las nereidas constituyen dos ejemplos de este renovado interés por el mundo clásico y mitológico. Como ha indicado Flores de la Flor (2010), estos seres fueron catalogados en la Edad Moderna como parte de las naciones monstruosas que describían los tratadistas modernos.
"Tritones y nereidas", Conrad Licóstenes en Prodigiorum ac ostentorum chronicon, 1557. Tomado de Flores de la Flor (2012): ENLACE, p. 145.
En la mitología griega, las nereidas son hijas de Nereo, viejo hombre del mar, y de Doris, su esposa oceanide. Eran un total de 50 hijas, siendo las más conocidas Anfitrite, considerada la más hermosa de todas, esposa de Poseidón y madre de todos los tritones; y Galatea, quien había conseguido enamorar al cíclope Polifemo.
En relación con la naturaleza física de las nereidas, se trata de un ser que es mitad mujer, mitad pez, aunque Pedro Mexía afirmaba que ni estas ni los tritones son humanos; considera que son peces que aparentan ser humanos. En lo que respecta a su simbología, esta presenta una gran diferenciación entre el mundo clásico y el mundo moderno.
Las nereidas fueron consideradas como las ninfas del mar, vinculadas con el mar cuando está en calma y descritas como seres bellos, alegres, armónicos y ágiles. Hesíodo relataba en sus obras que las 50 nereidas eran las encargadas de proteger a los marinos en sus travesías marinas. Plinio el Viejo mostraba ciertas reticencias en lo que concerniente a la existencia de estos seres, al igual que con los tritones. Esta actitud también sería retomada por autores modernos como Rondelet y Gessner, que discutieron las características dadas en las obras clásicas sobre los tritones, sátiros y nereidas.
Trasladando la cuestión al mundo cristiano, lo cierto es que las nereidas se acabaron ligando a la lujuria, la inconsciencia, la vanidad y el pecado. En palabras de Boaistuau, las nereidas eran “cosa prodigiosa, y significan infortunios”, aunque también fueron consideradas como ‘mujeres de mala vida, villanas y de vil condición” según los estudios de Flores de la Flor (2010). En suma, las nereidas en la Edad Moderna se acabaron convirtiendo en seres mitológicos con una importante carga sexual.
Por otra parte, las Crónicas de Núremberg (1493) buscaron establecer las diferencias habidas entre las sirenas y las nereidas; la principal distinción entre ambos seres, según esta obra, consistía en que las sirenas eran medio aves, mientras que las nereidas eran medio peces.
Triunfo de Galatea, Rafael, 1511-12. ENLACE.
Abordando al tritón, este es considerado la contraparte masculina de las nereidas. Al igual que esta, el tritón fue entendido en el mundo moderno como un ser malvado: en la obra de Torquemada Jardín de flores curiosas (1575), estos monstruos marinos secuestraban a las mujeres con el fin de tener ‘ayuntamientos libidinosos’.
Cabe señalar que se llegó a replantear si la existencia del tritón se extendía más allá de los parámetros eurpeos, dado que Pedro Mártir de Anglería afirmó y desmintió en diversas ocasiones la existencia de estos monstruos marinos en el Nuevo Continente.
En suma, nuevamente las obras clásicas se convirtieron en obras de referencia para los estudios modernos que abordaban la cuestión de las monstruosidades marinas. Autores modernos como Gessner en Historiæ animalium (1551-1587) y Nomenclator aquatilium animantium (1560), Olaus Magnus en Historia de Gentibus Septentrionalibus (1555), Rondelet en Historie entiere des poissons (1558) y Licóstenes en Prodigiorum ac ostentorum chronicon (1557) trataron de analizar con mayor profundidad la naturaleza de estos seres, que continuaron siendo estudiados hasta el s. XVIII.
"Tritón y Nereida", de Paré, A en Les Oueuvres de M. Ambroise Pare conseiller, et premier chirurgien du Roy, 1595. Tomado de Flores de la Flor (2010): ENLACE, p. 153.
